martes, 29 de mayo de 2007

Quien no vale para una cosa no vale para nada

Hace unos días, en la consulta de mi Dentista, escuchaba esta frase de boca de la chica que abría la puerta, atendía el teléfono y tomaba nota en la agenda: Decía mi padre que quien no vale para una cosa no vale para nada. Y reflexionándolo mejor le tenía que dar la razón a ella y a su padre, que en paz descanse. A su padre, por la sabiduría de una frase llena de experiencia. A Ella, por poner en práctica la frase, el dicho y dar ejemplo de lo que se dice. La Chica que tiene mi Dentista para recibir en su consulta no es otra que su hermana; profesora, investigadora, escritora, especialista en Garcilaso y, además, recepcionista de una saca muelas. Esta mujer sí que vale para todo porque está dispuesta a afrontar la vida desde donde le venga, y como vale para una cosa, sin anillos ni etiquetas, vale para todo Me contaba un compañero el testimonio de sorpresa que daba un fraile que se había encontrado en la portería de un convento americano, para abrir la puerta y recibir las llamadas telefónicas, a un ex Ministro General, que con la misma humildad había ejercido un cargo y ahora practicaba una responsabilidad. Quien vale para una cosa vale para todo. Quien no vale para una cosa no vale para nada. Y ejemplos hay muchos.

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