lunes, 4 de julio de 2011

Getsemaní.



En el interior de la Basílica de Getsemaní se respira un clima de oración, existe un gran silencio y los peregrinos aprovechan el momento para entrar en comunión con Dios. Es un lugar conmovedor.



La iglesia primitiva fue destruida por los persas. La construida después corrió la misma suerte. Incluso la construida en la época de los cruzados fue demolida. La actual basílica está edificada en los años veinte del siglo XX bajo los planos de A. Barluzzi, siguiendo los trazados de la basílica bizantina. Es una iglesia espaciosa, con columnas delgadas que sostienen doce cúpulas. El mosaico del altar mayor refleja la agonía del Señor en el momento de aceptar el cáliz.


domingo, 3 de julio de 2011

Getsemaní.

Como el que desprende el brazo lo más posible con la intención prohibida de percibir la energía que desprendan los ocho olivos que aún quedan de tiempos de Jesús, este peregrino siente la fuerza del momento, el coraje y la valentía para seguir adelante, para aceptar la cruda realidad y afrontar los retos presentes. Es bonito ver el jardín que adornan los olivos. Entramos en Getsemaní. El silencio y la oración se apoderan de nosotros.