sábado, 29 de septiembre de 2007

Bea

Querida Bea.
Me dio mucha alegría ver tu número y tu nombre marcado en mi móvil. Te acordabas de mi. Qué bien. Perdona que no te respondiera, dormía la siesta pues teníamos por la noche una sesión de nuestro Cine Forum y me acostaría más tarde que de costumbre, casi como cuando cené la semana pasada en tu casa. Espero que no te haya sentado mal, ni a ti ni a tu hermano, que haya expuesto este hermoso patrimonio cultural que has heredado de tu abuelo. Eres una mujer distinguida y señalada por la palabra. Todavía recuerdo la reacción que tuviste cuando tus amigos brindaron, al final de la cena, por el amor, y te mostraba esos pequeños libros, tienes tantos, que en la estantería del pasillo, contenían mensajes profundos sobre el amor. Ya me di cuenta que no eran tuyos, no solo porque no estaban marcados por tu EX LIBRIS, ni por la semblanza de tu pensamiento, EX MANU IN INTELLECTUM CORDE MEDIANTE. Me di cuenta que no eran tuyos porque no sabías que existían. ¡Tienes tantos libros! Me hace gracia que ahora estés leyendo El Cuento número 13.

Me dejó impactado tu casa. A mis cuarenta ... No sé si el lunes cumplo cuarenta y dos o cuarenta y tres. ¡Cómo tengo la cabeza! Luego echaré cuentas. Como te digo, a mi edad ya no pretendo apretar mi agenda con nuevas amistades. Lo dejo para los más jóvenes. Si hay que cenar con los amigos de los amigos se va y sin más. Ya no espero ni príncipes ni reinas en mi vida que me dejen con la boca abierta. Pero reconozco que la semana pasada la vida me dio una gran sorpresa. No sé si fuiste tú, ataviada de Salomé con la triste cabeza de San Juan Bautista, o fue tu casa, tu magnífica casa; llena de espíritus, de libros, de recuerdos, de historia, o fueron tus amigos que me trataron con normalidad, lo que dejó bien abierta la boca, la mente, el corazón. Cuando voy a Valladolid me gusta visitar el banco de Rosa Chacel y hablar un poco de poesía con ella. La verdad es que leo poca poesía para lo sensible que me considero. Ahora, o desde ahora, visitaré tu casa, tocaré los libros y me descalzaré para tomar un café contigo, pues lo solía tomar en la Bajada de la Libertad y solo. Contigo será otra cosa, será otro café. ¿Sabes que hoy es el día del café?

Espero que tengas mucha suerte en la vida. Bueno, ya la tienes. La vida te ha dado muchas oportunidades, te ha enriquecido de experiencias y tu mente está abierta a todo tipo de aventuras que llamen a esa magnífica casa. Brindo contigo por el amor. Tú y yo sabemos que se esconde detrás de esa palabra. Que el carraspeo de las burbujas del champán llenen de ilusiones y proyectos nuestras vidas y vayan forjando lazos de amistad.

Besos.


El Desván de los Libros


Desde que tengo el programa radiofónico El Desván de los Libros en Radio Puebla 107.2, he buscado en casas esos rincones cálidos y agradables que invitan a la lectura. Ha sido en Valladolid, junto a la Universidad, donde la otra noche unos amigos me llevaron disfrazado a una cena a esa magnífica casa que veis más abajo. Allí he encontrado ese lugar fascinante, una casa con espíritus, un rincón lleno de libros; hasta tropiezas con ellos nada más entrar. Estar con los libros en esa casa, en ese ático de la lectura te convierten en un neófito literario como si de un nuevo templo te hayaras, como en un recinto sagrado donde los pies han de quedar descubiertos, desnudos, para poder transcender el misterio del libro. Es la casa, el desván, la biblioteca de Don Nicodemes Sánz y Ruiz de la Peña, mimada en la actualidad por sus nietos que siguen jugando con sus libros. Escritor, poeta y periodista. Qué gracia, como si los poetas no fuesen escritores. Hijo querido de Valladolid. Qué difícil ha de ser para sus nietos mantener ese cariño que recibieron si no hacen de la lengua y de los libros empresa de sus tesoros. Dice el papel certificado que fue un gran promotor de la Cultura. Qué envidia, cuanto me gustaría tenerlo a un Caballero tan ilustrado a mi lado. Creador de las Mañanas en la Biblioteca, donde la tertulia entorno a la poesía es esencia de vallisoletanos. Como buen fraile rezaré por su descanso. Como buscador de la Cultura le copio su nombre para dar calidad y elegancia a este Blog que lleva mi humilde nombre.

En casa de Don Nicodemes Sanz


Esta es la casa de Don Nicodemes Sánz y Ruiz de la Peña. Leía, la otra noche en uno de sus magníficos libros. En esta casa todo es magnífico, o por lo menos a mi, y pobre de mi, me lo pareció. Leía en el esplendoroso libro, y lleno de lujo, Biblias Iluminadas de Taschen, la siguiente frase:
"Oh afortunado lector, lávate las manos antes de coger el libro, pasa las páginas con cuidado y aleja tus dedos de las letras! Aquel que no sabe escribir no conoce el trabajo que comporta. Oh, cuan difícil es la escritura: enturbia la vista, tortura los riñones e infringe un suplicio a todos los miembros. Tres son los dedos que escriben, pero es todo el cuerpo el que sufre..."

Amanuense, Diccionario Visigodo s. VIII.


miércoles, 26 de septiembre de 2007

Ruta del HEREJE en el Valladolid del siglo XXI

Desde que leímos en el Club de Lectura de Adultos el libro de Miguel Delibes El Hereje, tenía muchas ganas de ir a Valladolid y andar sus calles. Mas cuando en el mes de junio el GPS que nos guiaba hacia el campo de fútbol de Valladolid nos adentró por sus avenidas. El camino del Hereje en La Puebla de Montalbán lo conozco muy bien dada la representación del Sermo Medieval que se hacía en años anteriores al Festival Celestina. Después de leer la obra de Delibes tenía que ir a la elegante Valladolid y recordar los sentimientos frío de Cipriano Salcedo, más frios que el aire fresco del invierno, recorrer las calles que menciona y visitar los monumentos que se citan. Pero la verdadera intención, hecha desde el espionaje, era buscar y aprender de esta ruta para envolver a La Puebla de Montalbán del espíritu de la Celestina. Alberto, hijo de padres pueblanos que vive cerca del Doctor Cazalla, fue el que informó que ya estaba hecha en Valladolid lo que trataba de explicarle, que me gustaría ir a su Ciudad para recorrer las calles del libro. La Ruta del Hereje ya estaba hecha, con zócalos en las paredes de las calles citadas, con posters que lo anuncian a bombo y platillo, y con folletos para hacer el recorrido personalmente. Con mi amigo Juan nos dispusimos el domingo 23 a comenzar la Ruta y tras tres horas de muchas explicaciones, porque mi amigo Juan es muy letrado, terminamos, cerca de la Plaza Mayor, el recorrido con unas ricas cervezas antes de comenzar el Auto de Fe y nuestra quema en el Campo Grande. Este sueño ya está realizado.

Ruta del Hereje

Puede sorprendernos, si nos decidimos apuntarnos a recorrer la Ruta del Hereje en la ciudad de Valladolid, que sus guías no profundicen en el entramado de la novela de Miguel Delibes pues lo que hoy conocemos por Ruta del Hereje es un callejeo por las avenidas mencionadas con explicaciones de los monumentos que nos encontramos. Si bien Delibes trata de describir la Valladolid de máximo esplendor a comienzos del siglo XVI, no deja de ser chocante las ideas de Cipriano y su incansable búsqueda de libertad.

Ruta del Hereje


Quien desee recorrer la Ruta del Hereje ha de seguir estas indicaciones desde la Plaza de San Pablo hasta el Campo Grande en la Plaza Zorrilla. Es un recorrido por el Valladolid antiguo, por las calles de la Corte y de los Conventos principales de la época. La Plaza Mayor que era la Plaza del Mercado en el siglo XVI era el centro de la vida de la Villa, donde se celebraban las fiestas civiles y religiosas, o como los Autos de Fe.

Ruta del Hereje en Valladolid


Cerca de la Plaza de San Pablo encontramos la Ruta del Hereje. Miguel Delibes recrea majestuosamente bien la vida e inquietudes de Cipriano Salcedo en los primeros años del siglo XVI. En la actualidad no podemos gozar de la vista de la bella fachada de la iglesia dominica de San Pablo que está en proceso de restauración. Pero sí podemos acercarnos, dadas las técnicas y los benefactores, a ver las distintas representaciones gracias a un ascensor pedagógico que nos muestra cómo está la piedra y el proceso de restauración que necesita.

martes, 25 de septiembre de 2007

Fin de semana en Valladolid

Hola. ¿Cómo estáis? Os tengo que decir que viajar y escribir me resulta fácil. Pero si a este binomio le añadimos amigos, y amigos de verdad, entonces el trio se hace imposible, algo se cae, algo no funciona, una de las tres partes sufre el detrimento existencial de la experiencia. Es lo que me ha pasado este fin de semana que he pasado en Valladolid. Por mucho que he abierto los sentidos para poder poner palabra a este viaje, los amigos, los amigos de verdad, no me han dejado hueco para abrir el cuaderno y ponerme a escribir. Bueno, casi no he dormido. Pero a quién se le ocurre ponerse a escribir cuando está con el amigo de la infancia, con personas que me quieren y valoran, en medio de una Ciudad elegante, demasiado pija, llena de historia y literatura. ¿Es que quiero hacer sombra al autor del Hereje escribiendo mis andorrerías por la gran vía de Santiago? ¿O quiero, como un nuevo gígolo, enamorar con mis palabras a Rosa Chacel en la Plaza de Poniente? ¿Quién soy yo? ¿Cual es mi circunstancia? ¿Qué pinto en medio del territorio Castellano? La verdad es que no sabría responder a estas preguntas que me hago ni a la rueda de prensa a la que me someten mis alumnos. Solo sé la que siento, lo que pienso, lo que vivo. Y os puedo decir que este fin de semana me lo he pasado muy bien en tierras vallisoletanas, con sus gentes, recorriendo sus calles, tomando café en la bajada de la Libertad, y disfrutando de sus monumentos, sus historias y cuentos. Una cosa os digo, también en Valladolid al frío lo llaman fresco.

jueves, 20 de septiembre de 2007

La Vuelta Ciclista por La Puebla

Pasaban unos minutos de las cuatro de la tarde cuando, junto a mi amiga Piedad, salimos de Retro, donde habíamos quedado a tomar café, para acercarnos a la Rotonda del Convento, lugar que habíamos determinado para ver el paso de La Vuelta por La Puebla de Montalbán. Estábamos nerviosos, no todos los días pasa tanta gente por este pueblo. Pasa tanta gente y tan deprisa. Bien podían volver otro día y llevarse unos melocotones de esos que estaban colocados en las puertas de las casas y que ofrecen la oferta de ser los mejores y más dulces. Pronto empezó a llegar la Policía Motorizada inspeccionando el recorrido; las vallas y las cintas delimitadoras. Creo que conté una veintena que poco a poco fueron dejando el recorrido listo para la circulación de los ciclistas. Después llegaron otras motos, esta vez con marcas patrocinadoras y Medios de Comunicación. Transcurridos unos minutos, unas chicas de gran belleza vestidas de negro en un coche descapotable pasaron saludando a los pueblanos. Detrás, en otro coche del mismo estilo, como dos misters, pasaron dos señores, ya entrados en canas, saludando. Pero no era lo mismo. Y más motos. Daba la impresión que de vuelta ciclista tenía poco, más bien parecía una vuelta motorizada. Y así, cuando menos te lo esperas, cuando estas entretenido con el helicóptero de la Tele, pasan dos escapados que no sabes quienes son. Solo distingues a esa velocidad la ropa que llevan: uno de rosa y el otro de rojo. Aunque tarde, porque ya han pasado, les aplaudes. Mi madre, a quien tengo en el otro lado del móvil, me dice que no me ve, que en estos momentos está saliendo el Paseo del Colesterol. Y, efectivamente, en esos momentos aparece el pelotón, muchos hombres, muchas bicicletas, muchos colores. Levanto las manos emocionado y aplaudo. Mi amigo, el del Toboso, tiene un primo que está sudando lo suyo en medio de esas ruedas. Tiene que ser muy duro ganarse la vida, la fama y la gloria a fuerza de pedalear. Aplaudo y animo a esos hombres que ven en el esfuerzo, en la lucha, y en el coraje, la forma humana de sacarle valores a la vida. Los veo muy bien, vienen por mi Paseo del Colesterol, la Avenida de la Constitución si lo miráis en el plano, y los veo marcharse por la Avenida de Madrid. Emocionante. Tengo cerca un alumno que con su voz infantil parece retransmitir la aventura deportiva que los pueblanos estamos viendo.
Ayer, 19 de septiembre de 2007, La Vuelta Ciclista a España pasó por La Puebla de Montalbán. Un bonito acontecimiento que pone fin a un verano cultural en esta villa o que es el inicio de un nuevo curso donde los valores deportivos pueden hacernos más humanos si entre todos nos esforzamos por hacer más hermosa nuestra convivencia. Solo ganará uno. Pero todos llegaremos a la Meta.

martes, 18 de septiembre de 2007

Una Flor del Desierto.

Estoy de acuerdo con Nativel Preciado cuando en uno de sus últimos artículos periodísticos que he leído dice que hemos perdido la alegría de volver a nuestras cosas después de los días de vacaciones y que se ha apoderado de nosotros esa depresión, tristeza y nostalgia de los días pasados, conocidos por el síndrome postvacacional. Si pensásemos que somos unos privilegiados, que a nivel mundial son muy pocas las personas que disponen de unos días de descanso seguro que nuestro regreso sería con otro talante. Volver de vacaciones supone volver a encontrarse con los amigos, con nuestras cosas, con nuestra música, con el cine y las tertulias. Por eso es tan agradable no solo ir de vacaciones sino escucharlas. Me gusta cómo mis amigos me hacen partícipes de sus escapadas: cuando escuchan una música discotequera se acuerdan de mi; cuando ven un joven tomando café con un libro se acuerdan de mí; cuando ven un niqui a rayas se acuerdan de mí. Es tan agradable que se acuerden de uno.
Mi amigo José ha hecho un crucero por el Mediterraneo. Desde los pequeños riscos del Levante español no le pude ver, pero el Mediterraneo nos unía. Hace unos días, contándome su viaje, que lo hace de maravilla, me dijo que había tenido la sensación de que Túnez le había visto a él, pero que él no había visto Túnez. Todos sabemos que en un crucero se ve todo muy rápidamente; ves muchas cosas, visitas muchos países, con esa sensación de que te falta lo principal por saborear. Esta noche me ha dado un regalo. Me ha regalado una Rosa del Desierto de Túnez. Me ha gustado mucho porque a pesar de la rapidez de su visita al país tunecino haya tenido ese detalle de arrancar del desierto una rosa para mí. Dicen que las Rosas del Desierto aumentan el poder creativo de las personas, eliminando los miedos, temores, angustias y ansiedades. Y si bien estas rosas están llenas de leyendas dicen que generan sentimientos puros de amor, pues son bellas, tienen poderes y están llenas de misterios. Es una piedra muy hermosa, de tacto suave, cálida y rasposa. Es un regalo muy bonito, aunque su amistad lo es más. Ya el año pasado me regaló una rosa roja muy pequeña de su jardín. No se acuerda, pero yo sí. ¡¡Qué tendrán las rosas!! Tal vez porque alejan la negatividad de las personas y muestran, al que la da, el valor más generoso y tierno de su ser. La Rosa del Desierto es algo más que un regalo, que una piedra de adorno, que un pisapapeles de despacho. La Rosa del Desierto es el encuentro amistoso en la distancia de un verano.

lunes, 17 de septiembre de 2007

No solo de recuerdos vive el hombre.

Hola. ¿Qué tal estáis? No penséis que he querido descuidar el Blog, todo lo contrario, quiero mimarlo pues me ayuda a estar en contacto con vosotros. Lo que pasa que he querido, al final del verano, he querido hacer este homenaje a estas personas y a esos lugares que han hecho que estas vacaciones sean especiales. Y por eso las he querido lucir durante toda la semana, como velas encendidas para que no se apaguen, para que no se olviden. Gracias a Blanca y a Antonio por su hospitalidad, me siento en su casa con más libertad que en la mía. Gracias a su confianza y a ese desvivir por hacerme romper la rutina cada día, cada tarde, cada noche. Gracias a esa casa llena de música que han relajado las tensiones de fin de curso. Gracias a esa piscina que han refrescado la lectura de mis libros. Tengo que confesar que me da un poco de vergüenza decir que he estado veinte días en Benidorm. No por Benidorm que lo conozco muy bien, sino por lo mal que suena entre las personas que me rodean. Por eso os querido mostrar, por eso prefiero hablar, del Mediterraneo. Es verdad que para llegar a la calita donde me baño, donde medito, donde tomo el sol y donde paso horas y horas mirando la Mar, tengo que atravesar la gran urbe; una hora andando. Pero la sensación de libertad, de naturalidad, de armonía con los cuatro elementos es total. Por eso me gusta Benidorm. Por eso me gusta el Mediterraneo. Por esa capacidad por encontrar la soledad. También he agradecido la visita de mis Hermana y me Sobrino, aunque para él la experiencia no ha sido tan agradable, sino mas bien agobiante. En fin. Muchos recuerdos. Muchas fotos. Muchos nombres que no me gustaría olvidar.
Ahora. Solo ante el ordenador, preso en mi celda, vuelvo con mis "Buenos días" y mi Blog a unirme a este Planeta en busca de amigos con los que compartir lo bueno de la vida, las ganas de vivir. Y si es verdad que no solo de recuerdos vive el hombre es necesario crear recuerdos que hagan que la vida ha tenido un sentido por el qué vivir, por el qué luchar, por el qué apostar. Los recuerdos ya son del ayer, del último verano que pasé contigo. Pero lo que me interesa es el reto del mañana, de mi primer día con los muchachos, de mi primer café con mis amigos, de mi primer paseo por el Paseo del Colesterol, de mi primera tertulia nocturna. Mañana puede ser un gran día. Lo plantearemos así.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Volver a empezar.

Decía el P. Victorino al bendecir la mesa en la comida que hoy era un día muy importante. Hoy celebramos los cristianos el Nacimiento de María, la Virgen. Y sí, es un día muy importante. Por lo menos así lo siento yo.
Hace unas semanas la televisión nos bombardeaba con una destacada publicidad con el comienzo de la Liga, ...que empiece ya, que empiece ya... Reconozco que no me gusta el fútbol. Peor, no conozco o reconozco a los futbolistas. Desde la cuadrilla del Buitre, con quien estuve hablando en cierta ocasión al salir de misa, no he vuelto a dar pie con balón con los nombres y equipos de los futbolistas. Me propuse, al comienzo de la liga, coleccionar los cromos que cierto periódico lanzó como coleccionable para conocer a los nuevos héroes del deporte y los nuevos ricos del país. Creo que no llegó a diez días cuando el periódico dejó de ofrecer los cromos y si deseabas seguir con el coleccionable debías comprar los cromos en paquetes aparte. La liga para mi había terminado.
Algo por el estilo creo que me está pasando con la Vuelta al Cole que tanto bien está haciendo al mundo periodístico. Hay de todo, lo que cuesta a una familia mantener la educación de sus hijos en un colegio u en otro, las ropas o uniformes, los libros, las clases, los coleccionables de idiomas. Y tengo la misma sensación, el sentimiento de que hay cromos que he perdido o se han perdido este verano, de personas que estaban cerca y ahora están lejos, de perder significatividad ciertos nombres o de perder valores que daban prestancia a una institución. Lo bueno de esta vuelta al Cole es que me gusta y que estoy deseando volver a empezar.
Si la liga ha terminado para mi y he dado como ganador al Real Madrid. El Cole empieza, y empieza como una asignatura pendiente, como un reto personal, como una aventura en la que deseo mostrar a los chavales lo maravilloso que es vivir, estar vivo, vivir en este Mundo y en La Puebla de Montalban. También les hablaré del deporte, porque creo que es lo más parecido religiosamente; pues para vivir hay que creer y superar muchos obstáculos. Y si te caes volver a empezar.
Volver a empezar. Begin the beginning. Durante estos días es una expresión, un pensamiento, una sensación, que me envuelve. La oigo en la tele de boca de un famoso. La escucho en una predicación de un fraile. La siento como una necesidad vital. Volver a empezar. Por eso creo que tiene razón el P. Victorino al decir que hoy es un día importante. Yo diría más; es bonito, suena bien, sabe mejor, tiene música y fiesta. El Nacimiento de la Virgen es el día apropiado para volver a empezar.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Santa Teresa de Calcuta.

Con emoción y mucho cariño celebramos ayer el décimo aniversario de la muerte de esta pequeña, pero muy grande mujer. Decía un amigo mío que cómo era posible que dedicase hace unos meses tantas líneas en un artículo a Diana de Gales y solo unas palabras a la Madre Teresa, cuando debía de ser al revés. Y razón no le faltaban. Es más tenía razón. Pero en aquella ocasión los hijos de Diana habían preparado un Concierto Homenaje a su madre y me pareció una buena ocasión de escribir algo sobre la Princesa del pueblo. Y me alegro, pues si lo hubiera hecho ahora tendría que haber comentado el protocolo litúrgico y no estoy para esos entresijos. Si la Camila no quiere ir a la misa que no vaya.
La que ha ido a misa todos los días de su vida ha sido esta mujer santa en vida y santa en muerte. Decía que la fuerza para estar con los pobres se la daba la Eucaristía que celebraba por la mañana temprano para estar unida todo el santo día a Jesucristo. Me río con los comentarios de los periodistas que bajo una gran ignorancia ven los escritos publicados de la Madre como una pérdida de fe. Todos tenemos nuestras crisis, dudas y depresiones. También los santos. Los españoles deberíamos saber por los bellos escritos de los santos de Avila, Teresa y Juan, que la noche oscura también se apodera de las almas más inocentes que buscan a Dios. San Francisco, al final de sus días, pasó una gran crisis, una profunda noche oscura, y gritaba en el interior de su oración que Dios le hablara. No me extraña que esta pequeña mujer que a arrebatado en fama y en éxito a los mejores ídolos del mundo, ganándose los corazones de todos los hombres, de todas las mujeres, de todos los niños, no tuviera sus miedos al ver la obra que estaba realizando. Dejar a las Hermanas de Loreto para seguir buscando la voluntad de Dios entre los más pobres no es prestigio de santos sino de verdaderos seguidores del Evangelio. Mis alumnos, cuando la ven en los libros de Religión, comentan que es una mujer muy guapa, muy buena, muy santa. La fe y las obras nos salvan. Y esta mujer tiene mucha fe y tiene muchas obras. Es una suerte haberla conocido en vida. Es una suerte leerla tras su muerte. Ya lo dice Jesús como buena noticia: si el grano de trigo no muere no da fruto. Hay tanto que aprender de esta mujer que el silencio es el mejor encuentro con ella. Santa Madre Teresa de Calcuta, ruega por nosotros.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Don Dámaso Alonso

Este convento tiene sus leyendas. Unas nos cuentan tesoros escondidos y otras nos hablan de personas importantes. Y de estas últimas os voy a hablar. Me gustaría encontrar ese tesoro pictórico que cuentan las crónicas que existía en la Biblioteca Conventual un Apostolado de Ribera. Por ahora, y lamentablemente, el único Rivera que pinta algo es vuestro humilde servidor que trata de narrar simples sucesos conventuales. Todavía vivimos de la leyenda, esperando que la caída de un muro o el levantamiento de unas baldosas nos den pistas para encontrar tan rica pintura. La leyenda continúa.
Ayer localicé los libros que Don Dámaso Alonso, Don Dámaso Alonso Duro, leía en la Biblioteca Conventual. Hago esta aclaración pues cuando me hablaron de él enseguida vino a mi memoria aquellos versos bellos del río Duero que mi profesora, con problemas disléxicos, tan raramente nos recitaba. No creo que fuese él el que robara los cuadros y extendiera la leyenda, pues dado los frailes de la época raro sería que sacara un libro del recinto de lectura. Menuda cuadrilla seráfica. De ahí la historia. De ahí esa bonita leyenda de cómo Don Dámaso Alonso leyendo en la Biblioteca de los frailes. Sus hijos, Angelines y José María, me han hablado muy poco de su padre. Lástima que septiembre me ha separado de ellos, pues me hubiera gustado saber más de ese tipo de hombre que de ideas republicanas era aficionado, desde el respeto y el cariño, a tratar con los hijos de San Francisco. Espero que estas nubes de verano que se van, como las golondrinas enamoradas, vuelvan a La Puebla de Montalbán para seguir, porque nos gusta hablar, seguir hablando de lo que fuimos para enriquecer lo que somos y saber un poco lo que seremos. Don Dámaso Alonso Duro era un apasionado de la lectura, así lo recuerdan sus hijos. Don Dámaso Alonso pasaba horas leyendo la Historia de España de R. Menendez Pidal. Tal vez tendré que mirar, leer y examinar, como si de una serie policíaca fuese, las páginas de esos volúmenes que cargados de polvo y de historia. Tal vez entre sus hojas haya un recuerdo suyo, una nota, un marcapáginas, una huella. Tal vez pueda encontrar el plano o la clave que me lleve a descubrir dónde están los doce cuadros apostólicos que las crónicas reales cuentan. Por ahora me conformo con el descubrimiento de esa leyenda, de esos libros que Don Dámaso Alonso leía en el convento. Tal vez leyendo la Historia de España descubra todo lo demás.

lunes, 3 de septiembre de 2007

De sorpresa en sorpresa.

Ayer, para vencer el síndrome postvacacional, me llamó un amigo para andar por Toledo. La vida ordinaria nos devolverá el Paseo del Colesterol a todas las horas que uno quiera, pero recorrer las calles de Toledo, además de hacer un buen ejercicio se aprecia arte. Además, siempre terminamos secando el sudor con unas jarritas de cerveza que hacen el esfuerzo de la marcha en algo tentador. Mientras caminamos por la calle de la Plata nos encontramos con la primera sorpresa de la tarde. Mi amigo, triste por la pérdida de esos días de crucero por el Mediterraneo, por el fin de sus vacaciones en Las Canarias, no hacía más que predecir el futuro; "Con la pérdida de las vacaciones, ahora solo toca la vuelta al Cole y preparar la Navidad". Vaya sorpresa nos dimos cuando nos chocamos en el camino con un paso de Semana Santa. No sé de quién sería, parecía que tendría manto. Varios costaleros a las órdenes del jefe de cuadrilla ensayaban por las calles de Toledo el paso de una imagen, d eun santo y de un día concreto. Pero la música que llevaban encima de las andas era más propia de Semana Santa que de los Cuarenta Principales. Pero la tarde nos mostró más sorpresas.
Ya en las cañas, en esos bares que te dan de merendar por una cerveza, vimos interrumpida nuestra conversación cuando un Señor con bigote dio un grito desde la mesa que teníamos detrás. "Por la p--a S no acabo el crucigrama". Todos miramos hacia el grito. Como estábamos a lo nuestro, cada uno a lo suyo, no caímos en la cuenta de que un Señor bien puesto rellenaba el crucigrama con diccionario en mano, de esos grandes, de los que tienen miles y miles de palabras y parecen la Espasa resumida. Creo que eso fue motivo de unirnos todos los que estábamos en las mesas de la terraza en una tierna risa. Y sin la ---a S se marchó.
La tercera sorpresa me la encontré en casa. Fue muy agradable volver a ver a un compañero y más, desde el nuevo carisma que tiene, que haga historia en nuestro pobre y sencillo convento. Fr. Jesús Sanz, el obispo de Huesca y Jaca, hizo parada en La Puebla de Montalbán para descansar, cenar y dormir. Espero que los cronistas del pueblo recogan el acontecimiento. No sé cuando sería la última vez que pisó esta casa un obispo. Si lo hizo yo no estaba. Monseñor Sanz, Jesús, venía de la consagración del nuevo obispo de Coria Cáceres. Durante la cena recordó sus veinticinco años de vida religiosa y de cómo podría celebrar con Fr. Juan las bodas de plata. Claro está, nos reímos mucho pues el actual Provincial a los homenajeados les regala un libro y les da un abrazo. Qué lejos están aquellos frailes que celebraban sus bodas, cumpleaños y bautizos con un viaje juntos, en fraternidad.
Y así pasé la tarde; andando por Toledo, tomando tercios con un amigo mientras otros hacían crucigramas o les preocupaba el registro jurídico. La noche trajo sin reverencias ni protocolos la visita de un amigo que mitra pasó y se quedó. ¿Quién decía que ya la vida no daba sorpresas?

domingo, 2 de septiembre de 2007

La Música

Mañana es lunes, el primer lunes de septiembre y el retorno a la vida ordinaria. No es que el verano no sea ordinario, que para eso se lo gasta solo. Pero todos sabemos y hacemos que el tiempo de vacaciones sea especial, menos rutinario, con sorpresas y caprichos que en otra época del mes no nos permitimos. Mañana es lunes, el primer lunes de septiembre. Para muchos el peor día del año; seguro que leerán los consejos que los psicólogos dictarán en los periódicos para superar el trauma postvacacional y tratar de volver al trabajo, junto a los compañeros y vecinos con una sonrisa lo menos falsa posible. Mañana es lunes, el primer lunes de septiembre y yo estoy tan fresco. No quiero hacer recuerdo de mis días estivales junto al Mediterraneo que, como si estuviera junto a Dios, la Mar me parecía hablar. Ni mencionar los días familiares ni el Museo de la Palabra, que me parece un edificio precioso. Y del Festival Celestina ya solo mirar a la Décima Edición. No tengo trauma, no tengo preocupaciones, no tengo nostalgias. Y creo que todo esto ha sido por ese denominador común que en todos los sitios donde ha estado este verano ha llenado mi interior: La Música.
La Música estaba todo el santo día en el apartamento del Mar; los clásicos no han dejado de acompañarme desde el despierte hasta la cena. Mis amigos no saben estar sin la Música y yo sin la Música me sentía mal en la habitación. En Quero, y con otro variante, la Música New Age desde que despertaba mi hermano hasta que salía de casa para jugar a la petanca también estaba presente. Y no digamos en el Festival Celestina que la Música ha vivido en el claustro conventual. Y la Música sigue en mi humilde celda, con toques clásicos. Bueno, diría que me persigue. No hay noche que de madrugada en una emisora francesa o regional no me encuentre una buena orquesta u orfeón que no me deleite la noche. No, no tengo trauma postvacacional. Creo que la música la llevo dentro.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Balance muy, pero que muy positivo.

Después de una semana llega el momento de hacer balance. Se que a mi no me corresponde, peritos y entendidos hay en todos los sitios, y por eso, como uno más haré mi valoración. La verdad es que estoy muy contento, que el éxito que siento nace de dentro y por eso la satisfacción y el orgullo es mayor. He hablado con mucha gente, he recogido muchas opiniones he estimado varias alabanzas y casi todos, por no decir todos, están contentos. Se podría hacer un balance afectivo, económico y de promoción social. Cada cual haga el que considere. Pero que después de nueve años el evento de Fernando de Rojas siga funcionando y animando a muchos pueblanos es algo muy importante a tener en cuanta.
Personalmente creo que los objetivos se van consiguiendo. Cada año nos sorprende gente que proviene de sitios más remotos. La inversión en publicidad es cada vez más grande y la afluencia de forasteros es su resultado. Fernando de Rojas, La Celestina y La Puebla de Montalbán son cada vez más conocidos. Este año y durante dos fines de semana han estado funcionando ocho cuevas donde trabajaban más de sesenta personas en las diversas representaciones. Las colas en el Museo de la Celestina han sigo gigantescas y en menos de una hora se vendía el producto. Han participado más de ciento cincuenta personas en todo el Festival. Era bonito ver el compañerismo entre todos sabiendo que no todos vamos a misa. Los conciertos musicales han dado un tono dulce a la semana, siendo seguidos por muchos pueblanos. Las salas de las conferencias estaban llenas y el debate era lo más rico e interesante. Pero sobre todo me gustaría aplaudir a este pueblo que gana en educación, en prestancia y en saber estar. Y así lo han demostrado en las conferencias, en los conciertos y en las representaciones. No sé de dónde se sacan algunos que existieron abucheos y burlas hacia algunos actores. Creo que esas críticas dan mayor cariño a esos hombres y mujeres que durante muchos días son capaces de comer el cocido quemado por dedicar un poquito de tiempo al teatro, a los amigos, a la cultura. Y qué decir del día de la Solidaridad. Bueno, yo puedo decir poco porque me quedé en casa con mis padres, pero lo que me han contado me ha emocionado. Eso es Cultura, abrirse a los demás para intentar ser, entre todos, un poquito más felices. Mi balance es muy, pero que muy positivo. ¡Conseguí que mi padre viniera a veros! Gracias al Ayuntamiento por creer en este proyecto. Gracias a La Recua por hacer que este sueño se haga realidad. Gracias a mis compañeros con los que me siento muy agusto. Y gracias a los que nos apoyan.