viernes, 31 de diciembre de 2010

El Viaje de mi Vida.

Cruzado el umbral del Santuario y pasada la revisión de la docencia los peregrinos se dirigen hacia el patio interior. Un escultura mariana, de pose milagrosa, acapara los flases de nuestras cámaras fotográficas. En estos lugares de mayor significación evangélica nos damos cuenta que los peregrinos que nos rodean proceden de muchos lugares del mundo.

El Viaje de mi Vida.

Nazaret.
Entrada a la Basílica.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Silencio ¡Nace Dios!

Feliz Navidad

sábado, 18 de diciembre de 2010

El Viaje de mi Vida.

Nazaret.

Callejeando por Nazaret.

En un principio estos chavales al verles con polos naranja me trajeron el recuerdo de los naranjitos alcarreños. Pero al mirar por las ventanas de la sacristía cuando celebré la misa me di cuenta que era el color del uniforme del Colegio Franciscano de Tierra Santa. Lo que hacían estos chicos en la calle era comerse el bocadillo en la hora del recreo.

A falta de garaje cualquier trapo es bueno para proteger el coche.



Callejeando por Nazaret.

En un principio las calles vestidas de otoño parecen sacadas de la novela de las Mil y una noche. Pero enseguida uno queda sorprendido por la preciosa cúpula de la Basílica de Nazaret. Uno siente que el Ángel del Señor está cerca y que una buena noticia se nos va a comunicar.

Hay que advertir desde esta pequeña guía a Tierra Santa que en este Santuario, como en otros, se pide una cierta decencia en el vestir a la hora de entrar en los Santos Lugares. Algunos peregrinos tuvieron que conseguir unos pareos para ocultar las piernas, hombros o espaldas.


miércoles, 15 de diciembre de 2010

El Viaje de mi Vida.

San José fue carpintero.
Nazaret 2010.

El Viaje de mi Vida.

Nazaret.


Otoño del 2010.

viernes, 10 de diciembre de 2010

El Viaje de mi Vida.

Nazaret.
La Fuente de la Virgen.


Iglesia de San Gabriel.

Este lugar ortodoxo tiene un cierto encanto. No sé si será por la fuente, por que es reducido, por el relato. Samar parece sonreir explicándonos este Santuario. Tuvimos que esperar un rato a que terminara la ceremonia religiosa para introducirnos. La iglesia de la Fuente de la Virgen es una joyita de pinturas ortodoxas.

Comenzamos a visitar grandes poblados y en ellos tiendas llenas de recuerdos para llevar. Recordamos que San José, el padre de Jesús, era carpintero. Casi todos los puestos que vemos en nuestros recorridos contienen pequeños detalles de madera.

Pequeños belenes, rosarios, o personajes relacionados con el nacimiento de Jesús uno puede encontrar a montones. Eso sí, luego encontrarás a un palestino que con sus productos metidos en bolsas o mochilas te los ofrecerá más baratos.


El recinto de la Iglesia de la Fuente o de San Gabriel está protegido por un pequeño recinto amurallado. Samar nos dio unas explicaciones mientras esperábamos que salieran del culto.


El muro pertenece a la parte superior de la entrada de la iglesia. El mosaico es el de un edificio, colegio, parroquia, salas de catequesis. No sé muy bien su finalidad. Al terminar el culto y salir los feligreses nos dimos cuenta que era unaiglesia bizantina de rito ortodoxo.


Aquí podemos ver un feligrés ortodoxo que besa uno de los muchos iconos que podemos ver en el interior de la basílica. Siguiéndole con la mirada discreta comprobé que no besaba a todas las imágenes, mas bien, tocaba y besaba aquellos cuadros que representaban los santos de su devoción. Terminó su recorrido bajando a la fuente y bendeciendose con su agua.


En las paredes, en el techo, en sus columnas podemos observar la riqueza de sus pinturas.


Referencias a la santidad hay en todos sus rincones. Se podía decir que no había un solo centímetro de la iglesia que no estuviera decorado.





La Fuente de la Virgen o la iglesia de San Gagriel, como querramos llamarla, recoge el relato del protoevangelio de Santiago que señala el momento de la Anunciación en la fuente, único manantial en Nararet en tiempos de Jesús.


Hubo tiempo para encender velas, besar los iconos, bajar a la fuente y en la oración interna presentar nuestras súplicas.


El gran misterio eucarístico de los ortodoxos, el santasantorum, antes de ser cerrado.

No podía faltar, junto a la fuente, el humbral desde donde poder observar el antiguo pozo seco desde donde se arrojan monedas y deseos.



lunes, 6 de diciembre de 2010

El Viaje de mi Vida.

Caná de Galilea.

Alegre la mañana que nos habla de ti. Alegre, la mañana.
Nada más subir al autobús, Samar, el guía, me pedía: Padre, reza.

Esta mañana nos ocurrió algo gracioso. Todavía no dominaba los rostros y los nombres de mis peregrinos, cuando en el autobús estaba una señora sentada, más o menos, por los asientos 12 o 13, cuyo rostro me sonaba de haberla visto por el Hotel, pero no la recordaba sentada en el avión ni en ningún lugar por donde estuvimos el día anterior. Abrí mi cámara y observé que tampoco salía en ninguna de las fotos guardadas en la tarjeta digital.
Con todo respeto, y con ese miedo a meter la pata, me acerqué a ella y le pregunté por su marido. Bruscamente me respondió que la dejara de hombres. Alguien salió en mi ayuda y, como se descubre a una intrusa, se le dijo a la señora que ella no era de nuestro grupo. Había pedido al personal que hicieran el favor de ir siempre sentados en el mismo asiento así podríamos darnos cuenta si faltaba alguien en nuestro recorrido. A la señora no le sentó bien que no fuera su autobús y salió poco agradecida y de mal humor del nuestro. Eso sí, a nosotros nos vino muy bien para comenzar el día alegres y con una carcajada.

Alegre la mañana que nos habla de ti. Así, con esas palabras y con esos sentimientos comenzamos la siguiente jornada de nuestra peregrinación cuyo primer destino era la aldea de Caná de Galilea, situada cerca de Nazaret, a 8 km, y con una pobración en la actualidad de unos 8.000 habitantes. Es un bello pueblo donde Jesús comenzó su vida pública.

Dos días después había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. (Jn 2, 1-12)

Creo que todos sabemos lo que ocurrió en esta que es, seguro, la boda más famosa de la Historia. Es costumbre en Caná renobar las promesas matrimoniales. Cuando uno entra en este pequeño santuario, la pequeña puerta de entrada nos introduce en un patio desde donde podemos ver la hermosa fachada de la iglesia y a mano derecha unas explanadas apropiadas y preparadas para que los grupos renueven los votos del matrimonio o celebren la Eucaristía.

Un franciscano en italiano se acercó a nosotros para ofrecernos unos sencillos pergaminos, como diplomas, que recogían el acto de la ceremonia. Solo debían ser rellenados y firmados por el Padre. Pero al Padre se le olvidó firmarlos.

La ceremonia fue sencilla. En el libro de cantos y oraciones había un apartado para este momentos. La ceremonia fue sencilla y alegre. Algunos se emocionaros. No es para menos. En los tiempos en los que vivimos seguir compartiendo la vida con la persona que amas y te sientes amado es un lujo que se paga con un buen vino; el vino de Caná, el vino de Jesús.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Samar nos dio unas pequeñas explicaciones en el patio para que pudiéramos acercarnos dentro de la iglesia con todo respeto y sin molestar a los grupos que, como nosotros, estaban celebrando la renovación de los Votos Matrimoniales.

La iglesia de Caná es pequeña, esta foto podría engañarnos, pues no es tan profunda como nos la la sensación de la imagen. De ella podríamos decir que su sencillez y la gran luz que entra por sus ventanales de la cúpula crean un espacio propicio para la oración y el bienestar espiritual.

En el interior del edificio podemos encontrar otras capillas para lo mismo. Caná es el lugar donde Dios se manifiesta en el amor de las parejas que renuevan su SÍ, QUIERO. Pocas cosas hay más hermosas que dos personas que se prometen amor porque se aman.

También se aprecian detalles decorativos con referencia a la cita evangélica.

Descendiendo en el interior podemos llegar a la exposición de restos arqueológicos.


Las excavaciones realizadas últimamente han aportado nuevos datos para explicar el lugar donde nos encontramos, ya que se encontró una cisterna del siglo I, posible mikvé de una sinagoga.

La tradición cuenta que en este lugar siempre ha habido una capilla conmemorativa de la intervención divina de Jesús. Los franciscanos la hicieron de nuevo en el 1885.