Me gustaría que alguien me ayudase, a mis cuarenta y dos años, a tener un plan brillante como se encontró la guapa y elegante Demi Moore en su papel de Laura Quinn, esa ejecutiva impecable y trabajadora, entregada a la empresa, aunque en el fondo busca esa recompensa que valore tanto esfuerzo. Un plan brillante muestra el machismo que había, y que todavía encontramos, en el mundo laboral, sobre todo en sociedad inglesa de los años sesenta. Laura Quinn vive para su trabajo, come con su trabajo, sueña con su trabajo, pero nadie lo valora, nadie la promociona, todo lo contrario, sus ideas brillantes son vistas como un reto peligroso y deciden despedirla. Como ella, muchas nochas noches las paso tumbado en el sofá, con una manta que cubra los pies, pensando en mis planes, en mi vida.
Es el momento en el que entra en escena otro brillante actor, Michael Caine, que hace el papel de Sr. Hobbs, un limpiador amargado y resentido que guarda con mucha paciencia un plan brillante para vengar su traición. Me impresionan sus palabras cuando dice que un simple empleado de limpieza no es nada para los empresarios, que hablan delante de él como si no estuviera.
El plan que idean los dos es un plan brillante que merece la pena ver. No te lo pierdas.
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