lunes, 5 de mayo de 2008

¿Qué escribe el que escribe?



Puede que en La Puebla, leer o escribir en una cafetería sea un reto que se puede superar si persistes en el intento y tratas de dar personalidad a lo que haces. En Madrid es distinto, no está mal visto, cada vez hay más mesas ocupadas por libros, cuadernos y plumas. Ayer mismo me ahogaba de curiosidad ante un cuaderno chino y una estilográfica que trataba de reflejar cada movimiento del establecimiento. ¿Qué escribe el que escribe?, me preguntaba. Seguramente algún pensamiento que pretende guardar para la posteridad, un leve movimiento que captura e inmoviliza con palabras, una frase que quiere inmortalizar. De verdad. ¿Qué escribe?
¿Qué escribo yo, cuando me encuentro en estos lugares? A mi me gusta escribir lo que veo, las sensaciones que percibo, las ideas que en esos momentos pasan por mi mente con viaje libre y que un día podré plasmar en un email o en mi Blog. Es una dicha tener espacio para escribir y que alguien pierda tiempo leyendo, lo es aún más. En ese momento tan interesante: ese tipo que escribe, esa mujer que anota sus cosas envuelta en una nube de humo, ese hombre de carácter fuerte, ¿qué escriben?.
Dicen que escribir es vivir. Muchos viven escribiendo, intensificando sus días y las horas de su historia. Los que escriben buscan en esta vida proteger y guardar el recuerdo, la memoria y la dicha de la felicidad. Porque no hay mayor dicha que compartir la vida dando la palabra y ofreciendo la inmensidad.

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