martes, 27 de mayo de 2008

Procesión del Corpus en La Puebla de Montalbán





Gracias a Esther Cordero y a su novio, Oscar, os puedo mostrar cómo fue la Procesión del Corpus en Toledo. Tras una mañana lluviosa, a primera hora del mediodía las aguas se contuvieron para dejar paso a Jesús que recorría nuestras calles, visitaba los altares y jugaba con los niños. Nunca me han tirado tantas flores como en la procesión del Corpus. Las flores son para el Señor, pero algún padre gritaba desde las trincheras: "Tirad flores a Gregorio". Y como en una batalla campal me veía cubierto de pétalos de rosas cada ved que me levantaba para dar la bendición. Hay quien salió bien marcado, quien en ved de echar rosas tiraba flores sin deshojar y llenas de polen, dejándole señales en el traje y en el rostro. Repito, las flores son para el Señor.
Tiene que ser huella de una época anterior, que dejó la imagen de pasear en palio a las personas, la que hacía procesionar a la Custodia bajo el sol radiante de la solemnidad y cubría el rostro del sacerdote que presidía. Si alguien tiene en ese día los honores, a quien hace honor la tradición y la historia se vuelca desde la contrareforma, es a Jesús Sacramentado, que un año más sale a nuestras calles para encontrarse con los hombres y mujeres de corazón sencillo y voluntad humilde; pues solo de los que son como niños es el Reino de los Cielos.

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