miércoles, 26 de diciembre de 2007

Ramón Merlo





Muchos se creen que es un farol mío presumir de tener un amigo actor. ¡¡¡ Vaya amigos que tienes!!! Y eso es verdad. ¡¡¡VAYA AMIGOS QUE TENGO!!! Pero lo mire como lo mire siempre destaca mi amigo Merlo. Como si fuera su representante tengo que hacer gala de responder con todo su currículum, que si era el del anuncio que gritaba a su mujer porque se cerraba el garaje, que si anunciaba un supermercado, que si ha salido en esta película o ha representado esta obra de teatro, que si está casado por la iglesia o por lo civil o por un rito indígena,que sí, que vive en La Puebla de Montalbán. El caso es que nadie le conoce y estoy seguro que muchos han recibido en este año algún email donde aparece vestido de cura y haciendo de las suyas en la serie Vaya semanita, donde hasta la temporada anterior era uno de sus principales actores.
Que lo suyo es ser actor no hay duda, se coloca el corcho rojo en la nariz y ya está en su mundo. Quién lo iba a decir, el año pasado las Navidades las pasó firmando autógrafos en San Sebastian donde era reconocido por su trabajo como cómico y, un año después, chupando los últimos sorbos del paro. Se podría decir que son las dos caras del artista, las dos vertientes de la fama; hoy eres mucho, pero mañana nadie te asegura que se acordarán de tu cara ni de tu nombre. Y esto lo sabe muy bien Ramón, que lleva muchos años sobre el escenario; por eso no tiembra ante las vacas flacas, aunque el recuerdo del aplauso, de que te reconozcan por tu personaje, que te pidan un autógrafo en medio de una calle y que te digan que lo pasan muy bien contigo, debe sopesar todavía en la mente de Merlo. Pero hay está, preparando cualquier actividad para este fin de semana y algo especial para fin de año. Ramón Merlo no para, siempre está haciendo algo,preparando algo con sus amigos de MELOCOTÓN FILMS.
Sé que en esta Nochebuena ha sembrado en los terrenos cercanos al Portal de Belén unas semillas con todo lo positivo que le ha pasado en este año que ya termina para que siga creciendo. El quiere que todos sus proyectos, ilusiones y deseos que tiene en mente en el nuevo año sigan dando trabajo, haciéndose realidad, creando nuevos escenarios, haciendo nuevas representaciones. En el mundo del clown, en el mundo de los cómicos, la fama no existe, solo un largo camino constante de esfuerzo y trabajo son los que te llevan al reconocimiento de tu buen hacer, de saber hacer, de representar lo que un niño quiere ver para regalarte una sonrisa y, un mayor, sentir en el corazón para aplaudirte.
Mucha mierda, Merlo.

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