domingo, 9 de diciembre de 2007

Festival de Semillas del Arte


Me pregunta, Mari Pili, al terminar el Festival que qué tal. Menos mal que Loli salió con el capote para rematar la pregunta. Qué va a decir éste que es de casa. Y de casa soy. Como muy bien decía un amigo, para ser pueblano, para ser verdadero y auténtico pueblano, hay que pasar una temporada por Semillas del Arte. Muchas generaciones han pasado en esta treintena de años, de festivales, de encuentros bajo la mirada pedagógica de Cesareo. En estos días de sabor inmaculado el recuerdo se hace mayor y más profundo al recordar al Padre Benjamín. Qué le voy a responder a Mari Pili si cada vez que escucho a Velasco presentar la Jota del Convento me emociono yo mismo al recordar a Fray Pedro y todas las historias que desde Madrid me contaba acerca de este bello pueblo y este ilustre convento. Ya no es lo primero que se ve, pero me gustaría saber que es lo primero que se siente, un convento en medio de un pueblo de gran historia y un futuro halagüeño.

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