domingo, 16 de diciembre de 2007

Querida Pueblana

Querida Pueblana.

Siento tu enfado y en cierto modo comprendo tus palabras. Pero no te doy la razón. Creo que eres tú la que se ha metido en nuestros hogares, en nuestras tertulias, en nuestras amistades y, comprende, que desde el corazón haya en nosotros una cierta curiosidad por saber quién eres, cómo eres, cuántos años tienes. Fíjate. Cuando hablas de los niños limpiadores del convento ni Fray Pedro recuerda que hubiera letrinas. Perdona que tengamos curiosidad, que gaspachemos todo lo que escribes buscando en las huellas de los acentos tu identidad, pues escribes hablando del paisaje y de los paisanos de este pueblo, de tu pueblo, como me gustaría que lo hicieran mis alumnos, con orgullo. Menos mal que pude imprimir el artículo de las pajaritas. En Quero estuvo de maestro Don Alejandro Pombo y, de verdad, en mi familia se habla de él como si Don Juan Ramón Jiménez, un Premio Nóbel de Literatura se tratara.
Ahora que te habías incorporado en mis clases como un material didáctico que incitaba a los niños a leer un poco más. Ahora que estábamos aprendiendo la historia de este pueblo y muchas familias te teníamos como favorito en nuestros ordenadores. Ahora, que habíamos preparado un programa ficticio en Radio Puebla como un verdadero protagonista de la actualidad. Ahora. Ahora, vas: te enfadas, borras todo lo anterior y nos colocas los versos de tu malestar. En fin, cada uno es libre de sentir su vida como una entrega a los demás o como una ofensa a la intimidad. Perdona por preguntar al Grupo de los Sabios de La Puebla por ti, intentando averiguar quién eres. Perdona si por buscar en tu Blog y hurgar en tu perfil deseaba saber algo más de ti. Perdona si por preguntar a los y a las personas mayores podrían darme un dato más. Creo que cuando se desea conocer a una persona es porque se le quiere, más cuando esa persona sabe expresar por escrito los sentimientos profundas de una vida, de un pueblo y de su gente.
Pueblana. Sigue escribiendo. Te quiero y me gusta muchísimo cómo escribes.
Gregorio

No hay comentarios: