sábado, 22 de noviembre de 2008

Los crímenes de Oxford

Creo que al cine hay que ir a disfrutar, a relajarse, a distraerse. Los crímenes de Oxford, la película de Alex de la Iglesia consigue, por lo menos consiguió en mí, todo lo contrario. No me salí del cine porque no sabía donde estaba la salida y por no mover de sus asientos a los que estaban sentados en la fila diez de la izquierda. Me cansó. Me pareció un film muy pesado, en su filosofía y en su acción. Es una pena que una lista de buenos actores me creen, en la lógica de su ecuación, un aburrimiento tan grande. Lo siento.

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