Por fin termino este diario de viaje. Hace un mes mi cuerpo y mi alma eran griegos. Treinta días después mi cuerpo se ha hecho a la tierra, pero mi espíritu sigue por aquellas tierras tratando de buscar la inmortalidad. Me siento como el que rubrica un escrito.
Comprendo ahora las palabras de Javier Reverte cuando dice que lo que se lleva más tiempo es el viaje sentado para ponerlo por escrito. Mi intención ha sido sencilla. Pocas personas pueden leer mis cuadernos de viaje, ni mi madre me entiende. Por eso he pensado que escribiéndolo en el Blog y colgando fotografías podría compartir con vosotros este apasionante viaje. Escribirlo ha sido revivirlo, volver a aquellos lugares que me fascinaron y poner palabras a mis emociones. Gracias por haberme acompañado. Las maletas están hechas por si hay que salir a la calle y vivir la aventura de cada día.
Efjaristó, Gracias.
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