martes, 17 de marzo de 2009

VaG, dn Con Melina

Que sorpresa tan agradable. Cuando sentía que algunos me miraban con cara de extraviado con andares rápidos, al finalizar la avenida de Dionysiou Areopagitou, me encontré con ella. No la reconocí entre tanto verde. La vi por la espalda y no supe que era ella hasta que me puse a su lado. En la mañana había visto tantas esculturas de agradecimiento que una más no me llamaba la atención. Pero era ella, Melina, Melina Mercouri, la chica del Pireo, la prostituta de Nunca en domingo (1959), la actriz griega que enamoró al mundo entero, la Ministra de Cultura que soñó con el retorno de todo lo robado al pueblo heleno, por eso proyectó el Kentro Meleton Akropoleos. Melina, mirando las altas columnas del Templo de Zeus, se había convertido para mi en una diosa de la belleza, de la diplomacia, de la justicia.

No hay comentarios: