Muertos de frio, pidiendo un servicio y conmuchas ganas de comer llegamos a la Taverna Angelos, un restaurante a los pies del Monte Parnaso cerca de la localidad de Arachova. Nos atendieron muy bien; el vaso de agua al comienzo no podía faltar, característica de la hospitalidad griega, el pan riquísimo y un camarero que hablaba perfectamente el español. Nuevamente salió el tema de la importancia de los idiomas. Confiando en la amabilidad del camarero pidimos unos platos tradicionales para comer algo de la cocina griega. Musaka no había. Nos conformamos con otros platos. A mi me gustaba mucho una especie de crema griega, como queso cremoso, que se untaba en el pan y estaba delicioso. No a todos les gustaba. Tocaba a más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario