viernes, 20 de marzo de 2009

VaG, dn PLAKA Taverna-Restaurant


Hay que decir que el ambiente por las calles, comercios y restaurantes es de carnaval. La moda eran unos bastos, como los de la baraja, de plástico con los que se pegaban unos a otros en una violencia filial. Fue fácil pedir en el restaurante, nos atendieron pronto para tomar nota. Otra cosa fue el ser servidos. Mientras tanto, unos niños de escasos tres años, olvidados por sus padres, hacían deliciosa la espera del plato convinado de brocheta de pollo con ensalada, mucho tomate y queso. No faltó el vaso de agua previo. Los niños se pegaban. Lo niños pegaban con sus bastos a todo aquel que hiciera contacto visual con ellos. Los niños amenazaban las mesas en busca de amigos para comenzar, como con Elena, la guerra de troya a fuerza de bastazos plastiqueños. Y los padres sin inmutarse del peligro que corrían los niños y todo aquel a quien se acercasen. Pero, quitando la batalla de los niños, la cena fue exquisita.

No hay comentarios: