domingo, 22 de marzo de 2009

VaG, dn 4º y último día - Amanece en Atenas

Amanece. No doy crédito a todas las experiencias vividas. Aquello que parecía un regreso se convierte en una odisea. He llamado este relato, mi diario de viaje, Viaje a Grecia, de nuevo, y creo que la segunda parte me sobra, porque he visto una ciudad distinta a la que vi hace diez años. He visto a los griegos más modernos, como más europeos, mucho más limpia la ciudad, más cuidada, más vigilada, más controlada, también más cara. Miro por la ventana del Hotel y doy gracias por estos intensos días: por volver a la ciudad de los dioses y de los héroes; por encontrarme con Melina y su espíritu vivo en la ciudad; por la energía recibida en Meteora, tanto religiosa, cultural y socialmente se nota; por la hospitalidad de los griegos; por ese negro que me quería vender un bolso por veinte euros y estuvo a punto de convencerme; por Aníbal, por el grupo de Shhh..., que nos hizo cómplices de una noche de juerga; por ...
Bueno. ¿Qué es ésto? Si hasta la una tenemos todavía tiempo para pisar tierra y seguir enriqueciéndonos de esta tierra. Venga. Preparemos las maletas y a la calle.

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