viernes, 11 de abril de 2008

Las Cumbres de Montalbán



Cuando yo era novicio, mi maestro decía: "Dame novicios y arreglare los conventos". Y no le faltaba razón, ahora que las vocaciones escasean uno se da cuenta de la importancia de la juventud dentro de los monasterios. Por eso creo que en los tiempos presentes su súplica sería: "Dame jubilados y escribiremos las Historia". Qué importancia tienen estos personajes, los maestros de novicios, que calan hasta la más escondida célula. Hoy, cuando se ha presentado la página Web de la Asociación Las Cumbres de Montalbán me he acordado mucho de él, y no es porque lo tenga muy lejos.
Esta tarde, bajo la atención protocolaria de Don Benjamín de Castro, se ha presentado en el Museo de la Celestina la página Web http://www.lascumbresdemontalban.com/ y la revista Crónicas en su número 6 de andadura. Un grupo de sabios, un grupo de maestros, un grupo de jubilados, tenían ganas, inquietudes e ilusiones por investigar la Historia de La Puebla de Montalbán, por divulgar su documentación, por promocionar su folclore, por crear una riqueza de fondos que pudieran estar al alcance de todos los enamorados de este bello pueblo. Así nace Crónicas, y así nace la Asociación Las Cumbres de Montalbán. Este grupo de sabios, con la paciencia de un investigador, con el tiempo de un jubilado, con la sabiduría de un maestro, y el dominio del ordenador, van a poner en jaque las historias, costumbres y tradiciones de La Puebla. Como muy bien se ha dicho hoy, si no partimos en la investigación de los documentos, con las nuevas técnicas que gozamos hoy, de trasmitirlos a los demás nos tendríamos por los mas ignorantes del género humano.
Y como término a dicha presentación, Don José María Gómez Gómez ha impartido una clase magistral sobre la figura de Don Pedro I: cruel, justiciero, mujeriego, cuyos mejores días de gloria los pasó en La Puebla de Montalbán.
Felicidades a tanto saber.

2 comentarios:

domingo cordero benaventecomerder dijo...

La cobertera.

1-Quitó la cobertera del puchero
2-Que en el fuego a su son iba cociendo
3-Un chorizo brilló que fue entreviendo
4-Junto al pollo y morcilla compañero.

5-El caldo borbotaba en el humero
6-El olor le acució las ganas viendo
7-El color reventón del reverendo
8-__ ¡Te como, yo te como, si no, muero¡

9-La mano que metió sacó el chorizo
10-Lo miró como gato en hambre eterna
11-Y no sintió los dedos doloridos.

12-El manco lo pusieron por bautizo
13-Aquellos compañeros de taberna
14-Pero al fin se comió los embutidos.

domingo cordero benaventecomerder dijo...

¿Puedes quitar los números y lo de comeder?