viernes, 9 de noviembre de 2007

Iº Congreso Europeo de Educadores Franciscanos


Presentado por Fray Antonio Jiménez, Director del Colegio Franciscano de Almería, Fray Francisco Martínez Fresneda tuvo la conferencia Pedagogía y valores franciscanos. Antes, Fray Miguel Vallecillo, Definidor General por la Conferencia Hispanoportuguesa, tuvo unas palabras de aliento para los congresistas, invitando a crecer con miras fraternas y a darnos, dando de lo que tenemos. Porque el que da de lo que tiene da en abundancia. Martínez Fresneda comenzó su ponencia buscando la identidad franciscana a lo largo de la reflexión filosófica, señalando la tradición del pensamiento y espiritualidad franciscana. Hizo una clara separación de los binomios actuales: Iglesia-Laicidad, Fe-Razón. Y desde la situación actual hizo un largo recorrido hacia atrás. Señaló como Santo Tomás rompe con la tradición Patrística y cómo los Pensadores Franciscanos van dando respuesta a la existencia real de las cosas. La visión franciscana de la vida ha de estar planteada en nuestros centros desde los valores franciscanos y su estilo de pensamiento. Hizo gracia la comparación de vida normal y vida no normal desde el análisis de la película Spiderman, donde el protagonista recibe un gran poder y, a la vez, tiene una gran responsabilidad. De ahí que analizara los valores desde una binación: Persona-Fraternidad, Libertad-Paz. El Educador franciscano no puede decir, como Ortega, yo soy y mis circunstancias. El Educador franciscano es él y el mundo de relaciones que hay a su alrededor, yo soy yo y las relaciones próximas, cercanas, hermanas. Somos iguales en la dignidad, pues somos personas en la medida que nos relacionamos con amor. La fraternidad, para Francisco, es universal. La libertad ha de ser elaborada desde un proyecto de vida desde la realidad, donde nadie se siente a engaño y sea una capacidad de amar. De ahí que el tema de la paz no sea fácil. Para san Francisco la paz es un cambio del corazón; no riquezas, no soberbia, sino debilidad y minoridad. Por eso, Francisco mira al mundo desde Dios y las relaciones,pues las criaturas no remiten a Dios, sino que contienen a Dios. Pues Dios está en el mundo, en la naturaleza, en el bosque, en el árbol.

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