martes, 20 de julio de 2010

Como lluvia sobre Gijón.

La foto que he encontrado es una exageración. Quiero decir que casi llueve, pero sin llover. Es el típico calabobos, bollisquear, chispeando, y que en Gijón y en Asturias tendrá su palabra. Pero ayer, entre que era lunes y chispeaba, veía muchos rostros muy serios en mi caminar vacacional. Sobre todo el de esa señora rubia, de las oficinas de seguros donde fui con mi amigo. Ya le salieron mal las fotocopias y cada vez que salía a la puerta decía con voz fuerte que todavía seguía lloviendo. Y, de verdad, por la calle no se veía ni un paraguas, ni un gorro de agua, ni un chubasquero. Ayer fue lunes para la rubia y para muchos. Y punto.
Tengo que preguntarles a los asturianos que hacen con el dicho ese de a mal tiempo buena cara. Veo gente muy guapa y elegante. Y los comercios son caros, caros de verdad. Solo hay que ver las ofertas y rebajas del verano lo lejos que están de un bolsillo normal. Y lo digo porque aquí el mal tiempo parece reinar; la lluvia, el nublado, el aire y el airecillo se imponen en estas calles señoriales. Y es lo que yo quisiera saber, qué hacen los gigonenses para no borrar de sus rostros la simpática sonrisa y el elegante gesto del saludo en esta tierra tan bella pero tan tristona. Cuando vea uno se lo preguntaré. Hoy es martes.
Nota:
He preguntado y a ese agua fina de lluvia los asturianos lo llaman "orbayu". Y con respecto al tiempo y a sus caras me dicen que son felices porque esto es lo que les gusta, este tiempo, esta tierra, este caracter. Pues adelante amigos.

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