Carnaval 2008

Antes de que entre la Máscara a su casa tendrá que pasear su arte por el Entirro de la Sardina, deseando tener una buena y santa Cuaresma para prepararnos a la Pascua. Los Carnavales del 2008 están a punto de terminar en La Puebla de Montalbán. El colorido y la alegría ha sido las notas predominantes en estos días, lo importante es vestirse y disfrutar del ambiente, la competición no debe borrar de nuestros rostros la sonrisa y el orgullo de un largo trabajo bien hecho. Pero no siempre es así, siempre hay un pique, una sentencia, un estigma que tenemos grabados y que parece que hacemos lema de nuestra comparsa. Me gusta que me pidan, desde el Ayuntamiento, colaboración como juez. Para mi es una petición grata que hago con gusto, pero casi todos los años ese gusto es agrio. Tengo que escuchar a la cara cada comentario que me gustaría saber qué es lo que dicen a mis espaldas. Pero eso no es el carnaval. Desde muy pequeño he vivido estos días muy cercanos; a mi madre le gustaba mucho disfrazarse de máscara, a mis hermanos le ha encantado hacer el payaso y veo que mi sobrino no se queda en la calle parado viendolos pasar. Tal vez habría que quitar al carnaval lo que tiene de concurso y hacerlo muestra de diversión,pero no creo que 200 euros quiten el hambre en la cuaresma a nadie. Por eso, cuando la Máscara se meta esta noche en su casa y se quite su disfraz, que sienta la alegría de haber hecho reir a sus paisanos, de haber pasado desapercibida ante sus vecinas y de haber bailado en la plaza lo que canta con alegría en el patio de su casa. Carnaval, te quiero.