sábado, 12 de diciembre de 2009

Un beso. 2º vela del Adviento.

Si hay algo que ha llamado mi atención estos días ha sido el beso de una niña a su padre cuando se despedía de él en la puerta de un colegio. "Sabes, papá, que te quiero mucho". A lo que respondió el padre, Lo sé. Yo también te quiero".
Estuve a punto de llorar de la emoción que sentí al contemplar esa bella imagen y escuchar tan tiernas palabras.
Pensando un poco, y sobre todo en este tiempo de Adviento, que bonito sería, cuando abrimos las ventanas de nuestra habitación y miramos hacia el cielo por la mañana, tras despertarnos del sueño, y decir, "Sabes, Papá. Sabes, Buen Dios, que te quiero mucho". Y la brisa de la mañana, el susurro del aire y el coro de los gorriones de la plaza del Carmen que digan, "Lo sé. Yo también te quiero.


Que la luz de la segunda vela del Adviento nos llene de amor y esperanza.


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