
¡¡ Feliz Año Nuevo !!
¡¡ Feliz 2010 !!
Comentario personal, a estilo de un diario, de la vida, experiencia y reflexión de Gregorio que comenzó en La Puebla de Montalbán y continúa en Guadalajara donde vive y trabaja.
No me gustaría saber que este es el final al cual nos encaminamos, pero la imagen que me dejó la pasada Misa del Gallo es terrorífica, por lo menos para mí. Dos comunidades religiosas preparando durante cuatro semanas, a lo largo de todo el tiempo del Adviento, el acontecimiento cumbre de la liturgia de estos días. Unas monjas que derrochan sus voces, que sacan lo mejor que tienen, que crean el mejor espectáculo posible. Unos frailes entrados en edad y achaques, pero que no se quedan atrás en el reto. Algo falló. La iglesia del Carmen estaba vacía. Nunca me había pasado, nunca lo había visto, nunca lo había escuchado. Una iglesia vacía.






Hemos encendido la cuarta vela del Adviento. Si bien su luz me la dieron las monjas concepcionistas de Torrelaguna cuando el pasado miércoles fui a darles el retiro, cuando ese bello pueblo estaba cubierto de nieve. Tengo que confesar que la alegría de esta vela me la ha transmitido esa señora que al entrar en nuestro templo en Guadalajara, nada más verme gritó con alegría su buena noticia: 
La tercera vela del Adviento se la pondría a esa niña de la cual hago referencia en el último Buenos días, aquella que miraba el árbol de Navidad de Callao y comprobaba que era demasiado grande. Pero creo que la tengo que compartir la luz de la tercera vela del Adviento con la experiencia del Hospital que tengo. Hay un fraile ingresado en él. Me llama la atención que el camino para ir es de subida y para volver, lógicamente, es de bajada.
Si hay algo que ha llamado mi atención estos días ha sido el beso de una niña a su padre cuando se despedía de él en la puerta de un colegio. "Sabes, papá, que te quiero mucho". A lo que respondió el padre, Lo sé. Yo también te quiero".








