miércoles, 25 de noviembre de 2009

25 de Noviembre.

Veo raro celebrar el 25 de noviembre como mero espectador de acontecimientos que manifiestan la repudia a la violencia de género. Nada mas terminar la primera jornada de la Semana de Cine Espiritual se ha tenido en el Teatro Auditorio Buero Vallejo un acto institucional con todas las autoridades civiles de Guadalajara. En el ágora de Guadalajara, osea, la plaza de Santo Domingo, encontraba ayer una enorme carpa que muestra los nuevos juegos tecnológicos, unos jóvenes repartiendo papeles amarillos que, en tiempo de crisis, compran oro, señoras mayores que con prisa entran y salen de la iglesia de San Gines y, en medio de este tumulto, unos jóvenes dando gritos, porque hacían teatro, manifestando con su representación el rechazo a los hombres violentos. Esta tarde, al consultar el tuenti veo que alguien me ha invitado a un encuentro de curas que no son feos, a algo para ganar un scooter, que no sé qué es, y con palabras de eh, tú, chulo, a leer una carta a un maltratador.

Hoy, 25 de noviembre echo de menos los dibujos de mis alumnos, los textos y reflexiones que hacíamos en clase, el grupo de mujeres de La Puebla de Montalbán que ponían, y seguirán poniendo, todo su empeño en defender con justicia toda esta violencia, psicosis y terror que viven muchas mujeres.

Me uno a las palabras de Ángela Becerra que describiendo la situación de la pequeña Alba y la de todas las indefensas mujeres que pasan y sufren esta situación, pidiendo justicia. Pero justicia de verdad.

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