En un bosque de Asturias, vivían muchos insectos. Se estaba acercando la navidad, y se respiraba ambiente navideño. En un hormiguero había un arbolito de Navidad y todo estaba decorado con guirnaldas y muérdago. Las cigarras cantaban villancicos tocando la bandurria y la pandereta. Las cucarachas pedían dinero para los necesitados, al tiempo que hacían grandes bailes, las mariquitas adornaban las hojas de acebo. Todos estaban alegres, todos menos una araña que vivía sola.
Una noche helada de invierno, un pájaro picó su telaraña, e hizo que la araña cayera rodando y quedó enterrada en la nieve.
Una hormiga salió fuera, y por casualidad, vio a la araña enterrada, y se la llevó a su hormiguero.
Allí todas la curaron con miedo, pero.....¡salvaron su vida!
Unas semanas más tarde, la araña se despertó, y a los pies de su cama vio una montaña de regalos. Era el día de Reyes. Desde entonces, se hizo amiga de las hormigas y siempre pasaba con ellas la navidad.
Pablo Pérez Redondo
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