lunes, 15 de diciembre de 2008

Día de la Inmaculada


Pasados unos días en los que el cuerpo y el espíritu, se recuperan de los ajetreados días vividos, me gustaría dar la gracias a cuantas personas han colaborado en resaltar, a la luz de la segunda vela del adviento, la figura, la imagen, la talla de la Señora de la casa, del convento y del colegio, la Virgen Inmaculada. Han acompañado días de frío y agua, pero no ha mermado la ilusión con la que los Amigos de la Inmaculada se han empeñado en hacer las cosas como nuevas.
No podemos olvidar el recuerdo del Padre Benjamín, muy presente en los acordes de la misa solemne presidida por nuestro párroco. El Padre Benjamín enseñó a amar a la Madre, a la Virgen, a la Inmaculada. La poca claridad que se abrió en la tarde y el cese de lluvia muchos comentan que se debe a un milagro de tan ilustre y seráfico fraile.
Me consta que en Alcalá de Henares, en la misa de la tarde, otro fraile hacía de su homilía elogios a la devoción, cariño y respeto con que La Puebla de Montalbán celebra el día de la Madre, el día de la Inmaculada. Que no se pierda.
Que no tengamos que recurrir a recuperar nuestras tradiciones por la desidia o el olvido. Me sabe a poco dar solo las gracias, pero es lo que tengo y lo que ofrezco a aquellos que desinteresadamente se han desvivido en estos días por celebrar el Fíat de María. Viva la Virgen Inmaculada. Y que no se olvide.

1 comentario:

Unknown dijo...

Te doy toda la razón, viva LA INMACULADA, por siempre.