martes, 29 de marzo de 2011

El Viaje de mi Vida.

Llegamos a la Basílica de Santa Ana donde se venera el nacimiento de la Virgen. Es una iglesia atendida por los Padres Blancos. En su interior hay un bello recuerdo a San Joaquín y a Santa Ana, padres de la Virgen María. En el protoevangelio apócrifo de Santiago se sitúa en este lugar el nacimiento de la Virgen dada su cercanía del Templo.


Al lado podemos ver los restos arqueológicos de la Piscina Probática, lugar que nos recuerda la curación del Paralítico, aquel que llevaba más de treinta años enfermo y que el Señor, al ser curado, le dice que tome su camilla y eche a andar.



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