viernes, 25 de marzo de 2011

El Viaje de mi Vida.


Subimos a Jerusalén. Es impresionante ver las tiendas de los pastores en el desierto. Desde Jericó a Jerusalén el terreno es amarillo, sin vida, pedregoso y si no fuera por estos personajes que nos retrotraen al pasado podríamos decir que es una tierra sin esperanza. Conforme nos acercamos a la Capital de las Tres Religiones el tráfico se complica pero la paciencia se hace grande pues disfruta con la visión que se va engrandeciendo conforme estamos más cerca. ¡Qué alegría cuando me dijeron, ...!

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