lunes, 21 de marzo de 2011

No deja de ser curioso el coche que a las puertas del Colegio donde hemos celebrado la misa un padre con su hijo nos vende unos riquísimos dátiles a un precio ridículo. Creo que todos hicimos fotos al vehículo como si fuera una obra de arte. Y funcionaba, de eso doy razón de fe.

1 comentario:

ŜhЄrezάđξ dijo...

Paso por aquí a dejarte un besote =)