Y volvio a ganar España

No he tenido tiempo para disfrutar del partido. Una noche más unos novios y la preparación de su boda han acaparado la atención al caer la tarde. Pero bueno, con la tele puesta hemos disfrutado del partido; también del amor que se tienen mis amigos. Pero tan metido estaba en mi papel de árbitro nupcial que no me he dado cuenta del descanso y, después de los noventa minutos de juego, he comentado que los rusos estarán rabiosos contra España en la segunda tiempo. No os podéis imaginar cómo se ha reído de mi.

Rápidamente he dado la bendición a los novios y me he venido a la fuente del convento para compartir la alegría con los pueblanos que nuevamente tenían invadida la fuente. Muchos adultos animaban a refrescar los cuerpos con un baño de gloria. Pero resulta peligroso estar en esta rotonda pues muchos circulan con el deseo de ser vistos y alagados más que el compartir abrazos y enhorabuenas. Me ha extrañado que no haya ninguna medida de seguridad cuando los coches rapan y gastan neumáticos en un escenario donde hay mucho niño.

La verdad es que habría que hablar con la Alcaldesa y con el Concejal de Deportes, al cual he visto pasar por la rotonda frailera, y animarles ha colocar una pantalla gigante en la Plaza del pueblo para vivir todos juntos la jornada histórica del próximo domingo. De esta forma evitaríamos peligros y se tendría más controlada la euforia. Y es que España es la mejor, como dice la copla. Pero entre todos tenemos que hacerla mejor; por lo menos que nos hagan pensar en otra cosa que no sea la crisis económica. Porque esta noche me voy muy contento, como muchos pueblanos, a la cama. España volvió a ganar. ¡¡¡Podemos¡¡¡.