martes, 23 de octubre de 2007

Puro Teatro

Hace unos días escuchaba una canción de Falete del álbum Amar Duele llamada Puro Teatro. Reconozco que de primera no me gustó, pero después de los acontecimientos el pasado domingo en La Casa de la Cultura la canción no hay quién me la saque de dentro:
Igual que en un escenario
finges tu dolor barato
tu drama no es necesario
yo conozco ese teatro.

Fingiendo que bien te queda el papel

después de todo parece

que esa es tu forma de ser.

... Teatro. Lo tuyo es puro teatro.

Es cierto que en los programas no se especificaba nada. Y creo que ese tipo de información es contraproducente. Lo cierto es que el domingo había una cita con el Teatro y más de ochenta butacas estaban ocupadas. El telón se abrió y los actores de la Compañía "La Mancha" salieron a escena con la representación de la obra La Academia. Esta obra trataba de representar la vida de los actores una vez que la obra concluye, se baja el telón y los aplausos se apagan. Es cuando el actor se convierte en el ser humano que es y vive con los problemas cotidianos que tenemos todos. Claro está. Estos actores no son como tú o yo; en su vida hay una minusvalía que les impide afrontar la vida con todo tipo de normalidad, encontrando muchos obstáculos para seguir adelante. Estos actores son más actores porque hacen de su representación un reto en cada escena.

Muchas veces, en mis tertulias nocturnas, he valorado con mis amigos cómo los habitantes de La Puebla de Montalbán han ido evolucionando en su comportamiento frente al Teatro. Los diez años de La España de Fernando Rojas ha ido creando un saber estar ante un escenario, un teatro o un montaje al aire libre. Incluso en algunos momentos el público pueblano ha sido elegante con sus aplausos. Pero este domingo toda esta valoración se me vino abajo, se me rompieron los esquemas y mi comentario no puede ser objetivo. Vergüenza es poco para expresar lo que sentí en la Casa de la Cultura cuando en plena representación unas personas se levantaron y salieron haciendo comentarios groseros hacia los actores. "Si son unos tontitos", comentaba alguien mientras abandonaba la sala. Si esas voces las escuchaba yo que suelo colocarme al fondo, buen pudieron ser entendidas por los actores que en el escenario trataban de hacer el mejor teatro posible.

Falsedad bien ensayada

estudiando simulacro.

Fue tu mejor actuación

destrozar mi corazón.

Hoy, cuando he hablado con mis alumnos sobre el incidente bien me decían que para eso es mejor no ir. Y tienen razón. ¿Cuanto nos cuesta lo diferente? No solo se paga una tarde de teatro con tres euros, que en este caso tienen talante solidario. No solo se paga con dinero, sino con esa acción que sale del corazón, del entendimiento, de los sentimientos que van despertando en cada uno la acción teatral. El Teatro se paga con educación, con saber estar, con aplaudir, con llorar. Mí amiga María Vivar, que discapacidad sabe mucho, estaba completamente emocionada con ver a esos "tontitos" hacer teatro. Pero en el fondo es el mismo problema, nos molesta lo diferente, los discapacitados, los que no son de nuestra cultura o religión, los que tienen un color de piel distinto, los que piensan diferentes. Tenemos que aprender a vivir, a convivir, y el respeto hacia los demás es muy importante para que siendo diferentes podamos estar juntos y vivir unidos aunque seamos distintos. Y la educación no se aprende en la Escuela, sino en la Familia. Tal vez es que nuestra convivencia sea como lo que dice la canción, puro teatro.


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