martes, 22 de febrero de 2011

El Viaje de mi Vida.

Terminada la visita a la Basílica de Nazaret pasamos, a unos cien metros de distancia, pero como si de un laberinto callejero se tratara, a un restarante, el Holy Land, donde celebremos, además del almuerzo de cada día, las Renovaciones Matrimoniales que habíamos tenido en Caná. Fue una bonita fiesta, un lindo banquete, donde se grito poco eso de : ¡Viva los novios!

No deja de ser graciosa la foto. Un bote de Coca Cola en árabe. A la salida había mucha gente esperando.







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