Tras estirar las piernas, gozar de la vista y comenzar a hacer fotos a la Historia en el Estadio Panateneo, subimos al autobús. Como turistas todo parecía interesante. Las explicaciones de nuestra guía por las avenidas principales, Vassileos Konstandinor, Vassilis Sofias, iban creando estiramientos de cuello y giros de cabeza a derecha e izquierda continuamente. A la izquierda pueden ver el mayor monumento de cristal. Pesa dos toneladas. Qué hermoso es el monumento de cristal que homenajea al maratón, cristal verde, cristal difuminado, como retenido en una fotografía en movimiento. Magnífico. (La foto no es mía, está bajada de Internet y parece que pertenece a Paco Guerrero).A la derecha la catedral católica de san Dionisio, la Facultad de Teología Ortodoxa, la Biblioteca Nacional.
Antes de llegar a la deseada Acrópolis hicimos una parada en la fría Plaza de la Constitución, donde el estilo neoclásico impera. Existe un denso tráfico, el autobús paró a riesgo de pagar multa, y, aunque era muy pronto ya gozaba de turistas que, como nosotros, esperaban el cambio de guardia evzon. Los evzones son unos guardias, soldados, considerados unos apolos, ya que son escogidos o enchufados, que soportan inmutables los flashes del público. El Servicio Militar es obligatorio para los jóvenes griegos, la mayoría destacados en los puestos fronterizos. Vigilan el Parlamento, antiguo Palacio del rey Otón. La guardia griega va vestida con falda plisada y zapatos con pompones. No deja de tener su atención. Atención que perdió Isabel de Toledo que se quedó en tierra.
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