Si era peligroso subir al Monasterio de San Nicolas por la nieve os podéis imaginar cómo fue la bajada. Más cuando siempre hay alguna que por miedo se agarra. Fue gracias a esas palabras que uno grita, más que pronuncia, cuando pierde el equilibrio, el conocer a este chico de Salamanca que estaba estudiando en Atenas. Este chico seguro que sabe Inglés y algún que otro idioma. Los chicos Erasmus tienen mucho porvenir, espero que sepan aprovecharlo para ser personas del mañana.
sábado, 21 de marzo de 2009
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