domingo, 1 de marzo de 2009

Viaje a Grecia, de nuevo.


Me gustaría compartir con vosotros lo que ha supuesto para mi este viaje, de nuevo, a Grecia. Diez años después he atravesado el cielo de los dioses, pisado la tierra de los héroes y frecuentado el areópago de los filósofos. El destino marcó que mi marcha debía de ser como la del ermitaño que hace del viaje una peregrinación en busca del sentido de la vida. Conócete a ti mismo, aprendí en Delfos mientras contemplaba miles de años marcados por la erosión del tiempo en esas piedras.
Efjaristó, gracias. Quiero ser agradecido por lo que ha supuesto este viaje. Cuando pedía permiso a mi Superior le contaba que este viaje suponía un recobrar la confianza perdida, un redimir algo que se quedó allí pendiente y, como siempre, una lección de humildad; hay muchas personas, muchos pueblos, muchos mundos fuera del nuestro de los que podemos aprender muchas cosas. Con el libro Corazón de Ulises, de Javier Reverte, y mi antiguo cuaderno de viaje por Grecia, comencé a escribir el diario del viaje, Viaje a Grecia, de nuevo.
Hoy ya terminado, está atado con una cinta de colores blanco y azul, colores de la bandera griega, para que no se caigan ninguna palabra, se pierda ningún sentimiento o se despegue las imágenes de este apasionante viaje que quiero compartir con vosotros. Dice Reverte que el viaje tiene tres partes: prepararlo, realizarlo y contarlo. Amigos Blogueros, nos vamos a Grecia, de nuevo.

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