
Terminamos la jornada del día 2 de noviembre, segundo día del Congreso, con un paseo nocturno por la Judería de
Córdoba. Este barrio es uno de los legados más importantes de la presencia hebrea en España, siendo en tiempos de
Abderramán III un enclave intelectual muy importante. Es un barrio de trazado irregular y sinuoso, con callejones estrechos, callejuelas angostas y plazuelas que dan a calles encaladas de un blanco luminoso. Tengo que confesaros que mientras
recorríamos estas encantadas calles pude saludar a Don Luis María
Anson a quien transmití mi admiración por sus columnas en El Mundo. Después nos fuimos la Comunidad docente de La Puebla de Montalbán a tapear por sus tascas y a rezar al Cristo de los faroles.
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