
La Conferencia de inauguración
corrió a cargo del Excelentísimo y Reverendísimo, Fray Carlos Amigo, Cardenal, Arzobispo de
Sevilla.
El legado de Francisco de Asís y los Franciscanos a la Iglesia y a la Sociedad, fue el tema de su ponencia, moderado por Juan Manuel
Buján, director del Colegio Franciscano de
Lugo. El Cardenal Amigo comenzó haciéndose una pregunta: "¿Qué tengo
que hacer?". Es la pregunta que un hermano le hizo a San Francisco. Y éste respondió: "Tú has siempre lo que más le gusta a Dios". Y añadió, "... y que ese hermano que vea en tus ojos que lo has perdonado" Para Monseñor Amigo, el Educador franciscano ha de tener un vaciamiento completo que solo llene Dios para darlo a los demás con gratuidad, donde hacerse pobre para tener solo a Dios y darlo, repartirlo. Lo que hemos recibido gratis lo tenemos que volcar en la Iglesia, no es para nosotros. La medida del amor es que el amor no tiene medida. Por eso debemos de sentirnos
jóvenes, sin mirar el
carné de identidad, sino desde el fuego, el calor y la luz de la esperanza. El nuevo perfil franciscano que se ofrece a la Iglesia no es el que
ora et labora, sino que Francisco
Labora et semper ora. Si bien el tema de la Ecología está muy de moda, para un franciscano la Ecología es
Metaecología. Dice alguno que este tema está muy viciado, se habla mucho de árboles y poco de Dios. Para un franciscano no es cuestión de mimar la naturaleza, sino de sentir y celebrar la Fraternidad universal. De ahí que el perfil del Educador, del que acompaña, anima a nuestros jóvenes será, como decía
Sócrates, el que ayuda a dar a luz, a sacar lo bueno que tiene esa persona en su interior. El Educador ha de ser un apasionado con el bien, a educar en valores, pero siempre con virtudes. Y como decía San Francisco, el Educador franciscano ha de ver a todos con ojos de Dios.
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