No podemos olvidar el recuerdo del Padre Benjamín, muy presente en los acordes de la misa solemne presidida por nuestro párroco. El Padre Benjamín enseñó a amar a la Madre, a la Virgen, a la Inmaculada. La poca claridad que se abrió en la tarde y el cese de lluvia muchos comentan que se debe a un milagro de tan ilustre y seráfico fraile.
Me consta que en Alcalá de Henares, en la misa de la tarde, otro fraile hacía de su homilía elogios a la devoción, cariño y respeto con que La Puebla de Montalbán celebra el día de la Madre, el día de la Inmaculada. Que no se pierda.
Que no tengamos que recurrir a recuperar nuestras tradiciones por la desidia o el olvido. Me sabe a poco dar solo las gracias, pero es lo que tengo y lo que ofrezco a aquellos que desinteresadamente se han desvivido en estos días por celebrar el Fíat de María. Viva la Virgen Inmaculada. Y que no se olvide.
1 comentario:
Te doy toda la razón, viva LA INMACULADA, por siempre.
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