

De La Puebla de Montalbán fueron cuatro: José Luis, Rosa, su esposa, José Antonio y Armando. La única palabra que le saco claro es que para él el Ministro General es un hombre especial, que tiene un fuerte carisma, y que lo sintió como un hombre importante. Pensaba que se iban a encontrar con un hombre que les iba a dar una charla sobre San Francisco y se encontró con un "otro" "sanfrancisco" que le ponía la piel de gallina al verle tan asequible, tan cercano, tan hermano. Para José Luis fue algo muy grande poder abrazar a Fray José Rodríguez Carballo y sentirlo como un hermano, con si abrazara a San Francisco.
A duras penas le he podido sacar unas palabras del mensaje que el Ministro General dirigió a los Hermanos Seglares y es que insistió mucho en salir, en sacar el Evangelio a la calle. Pensaba que les iba a decir que rezasen mucho, que fueran mucho a la iglesia, que frecuentaran la misa. Pero no, el Ministro General les pidió que salieran fuera, que no se refugiaran en la iglesia, que salieran a la calle y, como franciscanos, encontrarse con el prójimo, con la buena gente de paz y bien.
José Luis insiste en la dulzura que sintió al ver la presencia cercana y amable del Ministro General; que disfrutó con su carácter campechano, haciéndose uno más. José Luis dice que daba paz, que transmitía paz.
Y con el testimonio de José Luis cerramos estas puertas abiertas al espíritu que en solo día, Fray José Rodríguez Carballo, nuestro Ministro General, ha transmitido a la gente de La Puebla de Montalbán en su Visita Pastoral. Han sido experiencias, testimonios, palabras y vida, mucha vida cargada de ilusión que he querido compartir con vosotros.
En Alabanza de Cristo. Amén.
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