
Con otra cara, esta vez llena de cansancio y con un poco de tristeza, las Peñas y Comparsas volvieron a recorrer la calle Mayor de
Guadalajara para cantarle al Señor Alcalde el famoso "Pobre de mí". La traca que recorrerá dicha calle, el Toro de Fuego y la
Pólvora será el punto final a una
quincena de días donde la alegría ha sido el motor de la convivencia. Que sean otros los que hagan el balance. Yo me quedo con las Peñas y con ellas entono el empobrecido sentimiento del final, deseando, eso sí, que el año que viene, sean mejores. Porque para eso hemos venido a
Guadalajara, para superarnos.
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