
Una vez terminada la procesión de
Ntra.
Sra. de la Antigua, el fuego consumido, los fuegos
artificiales explotados y los nuevos danzantes sin sus zancos, en la puerta de su Santuario se escuchaba la voz de sus protagonistas casi con la misma canción. Los políticos reclamaban a sus compañeros de filas unas
cañitas. Los eclesiásticos, con el fin de seguir tradiciones, querían tomar unas
cañitas también. Y entre los fieles, sobre todo después de
honrrar el Santo Manto, también se citaban para quedar y refrescar el peregrinaje con una rica cerveza. Uno, que no tiene
tradiciones ni
raíces en estas tierras, tiende a imitar aquello que ve y que le gusta. Con estas lozanas alcarreñas me fui de
cañitas para comenzar una tradición.
1 comentario:
GRACIAS por lo de lo lozanas.....
y tambien por alkarreñas....
esta tarde despues de la NARANJADA de carrozas ( del desfile de carrozas...)
imagino que tambien habra cañitas
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