, a querer a sus gentes y a amar su cultura. Sin su ejemplo y testimonio no hubiera sido capaz de adentrarme tanto entre vosotros, llegando en muchos hogares a meterme en lo más profundo de vuestras cuevas. Todavía me siento un
, de lo enamorado que estoy de vuestro pueblo.

Muchas veces mi mirada lo seguía en los andares por las calles de vuestro pueblo. Un hombre tan pequeño, pero tan grande. Un hombre culto y sabio. Un hombre bueno y sencillo que yo conocí en una dura
conversación política y que el tiempo me mostró que su fuerte
personalidad se esfumaba con los achaques de la vida. Y ahí estaba, por ahí andaba, y ahí quería estar, en su pueblo, no en su pueblo natal, que tantas estrellas ha dado, sino en su puebla natal, en La Puebla de
Montalbán. Creo que un día, y no muy lejano, si pudiera ser, los
pueblanos deberían proclamarlo Hijo Adoptivo de La Puebla, ya no tanto por lo que fue, que fue mucho, ya no tanto por lo que hizo, que fue mucho, sino más bien, por lo que sentía. Y así lo transmitió en sus escritos y partituras, en sus palabras y en sus músicas, en su vida y en su muerte. Que el espíritu del Padre Benjamín no se apague y siga vivo en todas las promesas y semillas del arte y la cultura que tiene La Puebla de
Montalbán.
1 comentario:
La verdad es que el Padre Benjamin,fuè una buena persona,a mi me dió música en el Convento,es una de esas personas que cuando se va,se la extraña.Recuerdo aún la clase de música,que estaba cerca del salón de actos.Que època más....
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