

Comentario personal, a estilo de un diario, de la vida, experiencia y reflexión de Gregorio que comenzó en La Puebla de Montalbán y continúa en Guadalajara donde vive y trabaja.
Molina
No me lo podía creer. Empecé a ver a personas mayores llorando. Daba la sensación de estar viendo el final de una edición del Festival de Eurovisión. Las abuelas vestidas con atuendos rojos lloraban y se abrazaban. Me imaginaban que tenían que ser las abuelas de los participantes ganadores. Pero no. Las abuelas eran integrantes del grupo ganador. Subieron al escenario y junto a unos niños de azul y unos jóvenes de violeta, entonaron el canto final, el canto de la gloria mientras en el público empezó a escucharse un nuevo canto, un grito unánime, una voz que aclamaba.
Nos vemos en Molina
el año que viene.