Por eso propongo, con mi virtud y Vuestra ayuda, crecer en humildad y sencillez. El mejor regalo, está escrito entre muchos papeles en el hospital, es una sonrisa; y eso no cuesta nada. Gracias por ser tan buenos conmigo, por darme unos padres que no me merezco, unos amigos tan grandes que no paro de admirarlos y gente buena a mi alrededor. Os pido que "Esa" cosita siga creciendo y pronto, muy pronto, seamos uno más en la familia.
No quiero dejar la oportunidad de pedir que los jóvenes de La Puebla y con los que trabajo aquí, crezcan en valores que les hagan noble no solo el apellido. La felicidad es una conquista a la que cada uno debe de aventurarse en su vida y con su historia. Y ellos son algo más que una esperanza, son un presente muy vivo y real y piden una oportunidad y un espacio. El escenario también es de ellos.
No quiero pedir más. Por esta noche no. Vosotros que sois Magos y de Oriente, cuidad de mi Hermano pequeño que en vuestras tierras está en misión de paz. Que su misión sea un éxito y la paz un propósito conseguido en ese conflictivo lugar.
Y que la paz habite en todos los hogares.
Majestades. Muchas gracias por Vuestra generosidad.
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