Surge este Tenorio a iniciativa de los Amigos de la Capa de Guadalajara, que en la noche de ánimas "capaban" (entendiendo por "capar" imponer la capa al nuevo socio)a algún nuevo miembro y, después de una suculenta cena, se recitaban en un local cerrado algunos versos del Tenorio. Alguien tuvo la feliz idea de hacer una escena en la calle, y al año siguiente se propuso hacerlo en las calles de Guadalajara, idea nada sencilla pero no imposible para estas gentes dispuestas a todo. A partir de ahí se crea la Asociación Gentes de Guadalajara, que es en quien se sustenta organizativamente este evento, que tendrá lugar todos los años las noches del 31 de octubre y 1 de noviembre.
Se buscan espacios para representar las escenas y se hace coincidir el espíritu del don Juan, mito y rito, con monumentos representativos de nuestros Mendoza, eligiendo seis espacios para siete escenas que no han variado en el tiempo y que son: la Plaza de Nuestra Señora La Mayor y Concatedral de Sta. María (donde se desarrolla el retablo preambular y la primera escena o de la Posada del Laurel), el Palacio de la Cotilla (escena de la reja), el patio del instituto Luis de Lucena (el claustro y convento), Palacio del infantado (escena de la quinta o del sofá), patio del Luis de Lucena, fachada de Covarrubias (escenas del cementerio y escena final) y la Iglesia de los Remedios (escena de la cena).
Lo realmente innovador en este espectáculo es que los actores y figurantes (alrededor de 100 personas) se mueven por todos los espacios acompañados por aproximadamente 2.000 personas, con lo que todo ello conlleva de dificultad organizativa.
Una aportación que fue una experiencia inolvidable para nosotros fue sacar adelante dos ediciones el Tenorio Itinerante, que consistió en realizar cada escena en un pueblo diferente.