Con la llegada del calor, el tiempo de vacaciones llega con deseos supremos y pide otros ritmos más relajados para descansar. El verano, ese tiempo tan especial, está ya con nosotros;y si bien pide un fin de curso académico con solemnidad, en los grupos de lectura también se deja notar. El día veinte de junio cerró sus puertas el Club de Lectura El viento de la luna. El día veinticuatro lo hacían Los Trotamundos. Y el pasado día tres de julio el grupo de los jueves, que todavía no tiene nombre, se reunía por primera vez y tomaba vacaciones. Todos necesitamos unos días de vacaciones, el descanso ha de ser privilegio de todos. Cesan las actividades, las reuniones, los comentarios. Pero en el fondo no podemos dejar de leer. Parece una contradicción, pero no me imagino un verano sin un libro y sin un cuaderno para escribir. Leer en verano. Leer en la playa. Leer en casa. Leer en medio de un apasionante viaje. Leer. Me gusta mucho leer en verano, me siento con más tiempo para leer y pensar lo que leo. Creo que los grandes libros de mi vida los he encontrado en verano, he reído y he llorado al borde de una piscina; los insecticidas me han ayudado ha seguir con pasión la aventura escondida en un buen libro.
Que este tiempo tan propicio para la lectura, para descubrir nuevos libros, para encontrar nuevas ideas, sea un tiempo provechoso para poder compartir, a la vuelta con los amigos, los grandes tesoros descubiertos.
Feliz Verano.
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